Último Vuelo de Armagedón ―habrá un último vuelo de Armagedón antes de que el punto álgido de la ira de Dios llegue a su clímax en los últimos siete años de tribulación a medida que la era actual llega a su fin, pero las boletos de embarque no se imprimirán en papel: se impreso con sangre sobre lino fino. La última gran guerra de la humanidad se librará en el Valle de Meggido, que se encuentra en el lado sur del Monte Armagedón. Jesús dijo que la generación final presenciará el tiempo más horrible de calamidad y sufrimiento que el mundo jamás haya visto. ~ “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá” (Mateo 24.21). Sin embargo, tal como lo ha hecho Dios a lo largo de la historia, un grupo selecto de su pueblo escogido será salvado milagrosamente del oscuro mar de la catástrofe. Habrá un vuelo de última hora de Armagedón y la gran tribulación que lo envuelve.
Asientos limitados
Solo habrá unos pocos elegidos que a través del conocimiento de la revelación accederán a la preciosa sangre de Cristo en esta era actual. Esto es lo único que detiene el rapto de la Iglesia y el fin de la era. Jesús dijo que hay un número preciso, y una vez que se alcance ese número, el fin llegará casi de inmediato. ~ “Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Lucas 14.23). Dios esperará hasta que Su casa (la iglesia, la Novia) esté llena/completa. Una vez que se hace evidente que el final está cerca, se deben asegurar los pases de embarque para el último vuelo. Sin embargo, no se venderán por dinero. El precio de estos boletos será nada menos que sangre, y no la sangre de cualquiera. Los que aborden el último vuelo fuera del Armagedón, serán exclusivamente aquellos que hayan “lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.” ~ “Éstos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” (Apocalipsis 7.14).
Lavar y usar
Aunque, el simple contacto con la sangre no será suficiente. El simbolismo aquí debe interpretarse correctamente. A lo largo de la Biblia, 'ropas' hace referencia a la vida justa de uno, y la sangre es, como dijo Jesús, ‘el Nuevo Testamento en Su sangre.’ ~ “De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama” (Lucas 22.20). Luego tendrán que 'lavarse' en la sangre del Cordero hasta que hayan llegado a un lugar de justicia impecable ante Dios. Por supuesto, aquellos que completen estas empresas espirituales serán muy conscientes de ello. ~ “Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1Juan 1.7). Entonces, aquí tenemos el proceso de dos pasos por el cual se adquieren los boletos de embarque celestiales: 1) caminar en la luz (palabra), 2) vivir en 'comunión' con la Iglesia, y cuando el creyente completa estos dos pasos espirituales en día a día, el proceso de lavado de la sangre de Cristo se aplica a su vida.
La sangre y el cuerpo
Tenemos acceso a la sangre de Cristo a través de la comunión de la iglesia, el Cuerpo de Cristo. De manera similar a un cuerpo físico, la sangre de Cristo, que nos lava y nos limpia de toda iniquidad, fluye a través del Cuerpo espiritual de Cristo, a través de la comunión de la iglesia. La 'luz' es la palabra revelada del Nuevo Testamento, que como Jesús dijo está en la sangre de Cristo, que se hace 'vida' o conocimiento revelador que da vida, que lleva al creyente a 'comunión' con el Cuerpo1 de Jesucristo (iglesia). No es suficiente ver la luz, ni las cosas que la luz revela. Uno debe ‘caminar’ en la palabra (luz), lo que significa conducirse de acuerdo con esa palabra a través del poder del Espíritu Santo. A medida que el hijo de Dios se dedica a este ejercicio espiritual día a día, “la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia2 de todo pecado.” Contrariamente a la jerga religiosa que ha plagado a occidente, el poder de Jesucristo, la Palabra de Dios,3 ciertamente libera al creyente de las manchas4 y las arrugas del pecado, dejando un manto lavado en la sangre del Cordero. Las personas no pueden vencer el pecado porque se les ha enseñado a creer que es imposible, lo cual contradice todo el Nuevo Testamento. Lo que Cristo hizo en la cruz del Calvario será por el resto de la eternidad inconmensurablemente mayor que lo que hizo el diablo en el jardín de Edén. ~ “Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido” (1Juan 3.5,6).
Abróchese el cinturón de seguridad
Jesús advirtió repetidamente a los que habitan la tierra en los últimos días que vigilen para poder escapar de la ira venidera. ~ “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21.36). La Biblia dice que la luz espiritual que ilumina el alma para salvación es la palabra de Dios. En lugar de simplemente entender y admirar la palabra, comience a ponerla en práctica en su vida ... comience a caminar en la palabra (luz) diariamente y entrará en la comunión íntima de los elegidos de Dios y se despedirá de la ira del Armagedón.
Apocalipsis 16.15-16
He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.
Notas
1. Colosenses 1.18
2. 1 Juan 1.7
3. Juan 1.14
4. Efesios 5.27
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© L. Jonathan Blais 2022 Todos los derechos reservados. Escritura tomada de La Santa Biblia Reina Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina 1960. Usado con permiso.